Los días 15 y 16 de junio del año 2016, en el marco del III Encuentro Mundial del Chaco “Por el Chaco que Queremos” realizado en Villa Monte (Bolivia), se desarrolló el Espacio Agua bajo la organización del Programa SEDCERO, iniciativa trinacional cuyo objetivo principal es incidir en políticas públicas para garantizar el derecho de acceso a agua para consumo, saneamiento y producción así como contribuir a mejorar y construir una gestión hídrica integral a nivel regional.
El espacio Agua contó con varias exposiciones sobre la situación del agua en la región del Gran Chaco Americano, las cuales permitieron promover reflexiones esenciales para diagnosticar el escenario actual y proponer opciones de acción política en la temática. Algunas de estas visiones se recogen en el siguiente documento con el propósito de expresar los sentires y convicciones de los participantes de reconocer la necesidad de construir una Cultura del Agua, para el Chaco y desde los chaqueños, que valore el agua desde un concepto de vida y en su capacidad de unirnos como una sola región.
BAJO ESTE PROPÓSITO SE COMPARTEN LAS PRINCIPALES REFLEXIONES:
En primer lugar, el colectivo de participantes reconoció la enorme diversidad de experiencias de “agua” (gestión comunitaria del agua, diseños tecnológicos, gestión de cuencas, etc.), muchas de las cuales son exitosas y permitirían extraer importantes aprendizajes para la política. Asimismo se consideraron las potencialidades, las fragilidades y los desafíos de la gestión de este recurso en la región del Gran Chaco Americano.
En segundo lugar, se consideró importante impulsar y concebir una Cultura del Agua desde el Chaco y para el Chaco desde una plataforma macrorregional como es el Programa SEDCERO. Una Cultura con capacidad de cuestionar este modelo económico y productivo en términos de sustentabilidad social, cultural, económica y ambiental, de manera que seamos capaces de incidir en las decisiones sobre cómo se dispone el agua y para qué usos y fines en la búsqueda de la equidad social y la democratización del acceso y usos de los recursos hídricos.
En tercer lugar, esta Cultura del Agua se funda a partir de definir un enfoque y una estrategia regional que parta de la reflexión de cómo pensamos el desarrollo de nuestro Chaco desde una ética de transparencia, confianza y cooperación entre los tres países -Argentina, Bolivia y Paraguay-. Esta Cultura debe impulsar un enfoque político y ético para resolver el tema del agua desde espacios estatales e institucionales, apuntando a una perspectiva integral que priorice el entramado socio-cultural del territorio chaqueño. Asimismo, es necesario reconocer e integrar tecnologías ancestrales junto con nuevas investigaciones y desarrollos tecnológicos, siempre garantizando la participación protagónica de la sociedad civil. Pensar el agua en democracia y con ética.
Es decir, la visión del “Agua integrada con la vida”. Esto significa pensar el agua en toda su integralidad, concibiéndola como estrategia de desarrollo inclusivo sustentable para la región. En este sentido, es menester entender que una nueva cultura del agua en el Chaco requiere cuestionar el modelo tecno-productivo y económico global que homogeneiza los paisajes y los ecosistemas, desconociendo la riqueza de los mismos. Y, parte de esa discusión, pasa por cuestionar los programas de desarrollo y las agendas exogeneradas del financiamiento internacional.
En cuarto lugar, es menester avanzar en el proceso de diseño y consolidación de la estrategia trinacional del “Programa SEDCERO. Agua para el Gran Chaco” a partir de las iniciativas nacionales que se vienen generando y en función de construir una identidad chaqueña común y una visión de trabajo a escala regional. Esto representa reconocer, visibilizar, fortalecer y mejorar las iniciativas de soluciones a las diversas problemáticas del agua a nivel de cada país, y sentirnos convocados como macrorregión por esos esfuerzos y reinvindicaciones por el derecho de acceso a agua.
Asimismo, ser capaces de garantizar el Derecho al Agua desde los chaqueños, tanto para mostrar poder o retomar el poder desde nuestra gran región (conciencia de la territorialidad regional) como para lograr una construcción más autónoma de cómo pensamos, sentimos y ejercemos el Derecho al Agua desde el Chaco. Este desafío implica múltiples acciones, desde cambiar culturas organizacionales (acostumbradas a trabajar de forma aislada) hasta lograr generar dinámicas que empoderen a los territorios a escala regional para garantizar colectivamente el derecho de acceso al agua de los chaqueños.
Para avanzar en el camino de las acciones es necesario darle continuidad a las reflexiones en esta temática y pensarlas en términos integrales, es decir, en función del horizonte de desarrollo que queremos para el Chaco. Para expresar la posición del espacio trinacional reconociendo la diversidad de formas de gestión, de abordajes, de empeños públicos para resolver esta problemática.
ENTRE LAS ACCIONES PROPUESTAS SE RECOMIENDA:
– Avanzar en la incidencia en políticas públicas. A nivel de los gobiernos nacionales, hay una necesidad de rever cómo se trabaja en gestión hídrica y gestión comunitaria del agua.
– Visibilizar el Programa SEDCERO desde la perspectiva de acceso al agua para usos múltiples, reconociendo el derecho de la Madre Tierra a su ciclo natural del agua, de regeneración y restitución.
– Reflexionar e indagar sobre la sustentabilidad del recurso agua en este modelo de desarrollo. Es importante valorar el PBI que es aportado por el Gran Chaco. Y de esta fracción, valorar cuánto le cuesta de agua a la Madre Tierra. El Chaco exige esta mirada, a nivel de sistemas de vida, ecorregiones, cuencas y otros imaginarios de nuestra territorialidad.
– Avanzar en la confección de bases de datos y zonificar las áreas críticas sin acceso al agua en la región. Visibilizar y diferenciar el acceso a agua en las zonas urbanas, rurales nucleadas y rurales dispersas. Visibilizar la situación de urgencia que sufren las zonas rurales aisladas en las que se presenta la mayor inequidad en el acceso a agua a los fines de que empiecen a ser priorizadas.
Para estas acciones, los presentes en el espacio de Agua proponemos constituir una Mesa de Gobernanza del Agua para el Gran Chaco.